CHILENO, QUE PASA CON EL ROCKERO???!!!!
Septiembre. El mes donde aflora a destajo todo nuestro patriotismo y nuestro orgullo de haber nacido en esta larga y angosta faja de tierra; donde todo lo chileno tiende a gustarnos más, sea lo que sea, mientras sea chileno, “es weno” (aunque las tradiciones del tipo folclóricas nos fascinan aun más, pero sólo en estas fechas). Un noveno mes donde pasa de todo y se recuerda de todo, que al principio nos divide, pero pasados 7 días volvemos a ser todos como amigos y nos preparamos para celebrar a más no poder, y mientras más días de juerga sean, mejor, más comemos asados y empanadas, más tomamos chicha y vino tinto (en verdad, tomamos cualquier cosa) y más de alguna patita de cueca nos animamos a bailar y en fin, podemos llegar a ser “más chileno que los porotos”, aunque los porotos no sean chilenos, lo que grafica a la perfección nuestra escasa identidad como sociedad. Aquí empieza el dilema…
A mi parecer, nuestra falta de identidad queda en evidencia desde las cosas más absurdas (como decir que el pisco es chileno y crear todo un dilema internacional) hasta cosas más relevantes, como apoyar siempre “lo chileno” (artistas, músicos, deportistas, políticos, etc.) y sin ser chaqueteros en el intento. Ya he escrito anteriormente líneas sobre como nuestra música está tan poco valorada, y sobre todo el rock. Sin ir más lejos, el otro día me encontré con el siguiente dato: en nuestras radios se escucha sólo un 8% de música chilena… ¡una mierda! ¿no cree usted?, más encima si metemos en ese 8% a emblemas populares del tipo Luchito Jara o María José Quintanilla, nos queda que el porcentaje que se escucha de rock nacional disminuye a la cagona cifra de 0,5%... ¡sí!, leyó bien, 0,5%. Usted a lo mejor estará diciendo “¡este tipo está loco!, en la radio suena a cada rato Difuntos Correa y ya me tienen chatos los especiales que dan de Los Jaivas, a lo cual yo les podría responder: “hey, esta bien, pero ¿acaso no escuchamos muchas veces más y en más radiodifusoras a Daddy Yankee?, ¿acaso ya no nos sabemos de memoria la letra de “You’re Beautiful” (por efecto osmosis) de James Blunt? (que la dan en todas las radios del universo, estoy seguro)”. El chileno le tiene un amor excesivo a lo extranjero, y en la música es una cosa horrorosa. Nos cagamos enteros para pagar 5 lucas y ver el regreso de una de las pocas bandas que ha triunfado (nos guste o no) como lo son Los Prisioneros, pero somos capaces de pagar 120 lucas sin chistar para ver el regreso de Soda Stereo (y si podemos ir a Argentina a verlos primero que todos, mejor aún).
Ya no sé si nos queremos poco y estamos cagados, o simplemente que es esa nuestra “identidad”, ser camaleónicos y adoptarnos a la perfección a lo que esta "in” (que también es estar cagado). Lo positivo de eso es que estoy seguro que algún día el rock estará llevando la batuta de forma apoteósica y que Rock in Chains formará parte fundamental de ese cambio, y como somos adaptables, amaremos a nuestras bandas y llenaremos los estadios para ir a ver a Weichafe o Chancho en Piedra, pediremos a gritos que las productoras traigan a grupos de la talla de Tool o Queens of the Stone Age, los artistas que traerán el glamour al Festival de Viña serán Scott Weiland o David Bowie y les diremos pollos a los que no escuchen rock (porque el que no esta a la moda es un loser)
Por el momento, los losers que no escuchamos reggaeton y que creemos y apoyamos el rock, seguiremos tratando de levantar nuestra bandera de lucha, formaremos colectivos, crearemos radios online, llenaremos cientos de antros con rock&roll y en septiembre, aunque a los que se llenan la boca hablando de la “identidad nacional” les hierva la mierda, le pondremos a nuestras tocatas “FONDAS ROCK”. Y nos embriagaremos y en algún momento de la noche, gritaremos a viva voz ¡VIVA CHILE MIERDA!
A mi parecer, nuestra falta de identidad queda en evidencia desde las cosas más absurdas (como decir que el pisco es chileno y crear todo un dilema internacional) hasta cosas más relevantes, como apoyar siempre “lo chileno” (artistas, músicos, deportistas, políticos, etc.) y sin ser chaqueteros en el intento. Ya he escrito anteriormente líneas sobre como nuestra música está tan poco valorada, y sobre todo el rock. Sin ir más lejos, el otro día me encontré con el siguiente dato: en nuestras radios se escucha sólo un 8% de música chilena… ¡una mierda! ¿no cree usted?, más encima si metemos en ese 8% a emblemas populares del tipo Luchito Jara o María José Quintanilla, nos queda que el porcentaje que se escucha de rock nacional disminuye a la cagona cifra de 0,5%... ¡sí!, leyó bien, 0,5%. Usted a lo mejor estará diciendo “¡este tipo está loco!, en la radio suena a cada rato Difuntos Correa y ya me tienen chatos los especiales que dan de Los Jaivas, a lo cual yo les podría responder: “hey, esta bien, pero ¿acaso no escuchamos muchas veces más y en más radiodifusoras a Daddy Yankee?, ¿acaso ya no nos sabemos de memoria la letra de “You’re Beautiful” (por efecto osmosis) de James Blunt? (que la dan en todas las radios del universo, estoy seguro)”. El chileno le tiene un amor excesivo a lo extranjero, y en la música es una cosa horrorosa. Nos cagamos enteros para pagar 5 lucas y ver el regreso de una de las pocas bandas que ha triunfado (nos guste o no) como lo son Los Prisioneros, pero somos capaces de pagar 120 lucas sin chistar para ver el regreso de Soda Stereo (y si podemos ir a Argentina a verlos primero que todos, mejor aún).
Ya no sé si nos queremos poco y estamos cagados, o simplemente que es esa nuestra “identidad”, ser camaleónicos y adoptarnos a la perfección a lo que esta "in” (que también es estar cagado). Lo positivo de eso es que estoy seguro que algún día el rock estará llevando la batuta de forma apoteósica y que Rock in Chains formará parte fundamental de ese cambio, y como somos adaptables, amaremos a nuestras bandas y llenaremos los estadios para ir a ver a Weichafe o Chancho en Piedra, pediremos a gritos que las productoras traigan a grupos de la talla de Tool o Queens of the Stone Age, los artistas que traerán el glamour al Festival de Viña serán Scott Weiland o David Bowie y les diremos pollos a los que no escuchen rock (porque el que no esta a la moda es un loser)
Por el momento, los losers que no escuchamos reggaeton y que creemos y apoyamos el rock, seguiremos tratando de levantar nuestra bandera de lucha, formaremos colectivos, crearemos radios online, llenaremos cientos de antros con rock&roll y en septiembre, aunque a los que se llenan la boca hablando de la “identidad nacional” les hierva la mierda, le pondremos a nuestras tocatas “FONDAS ROCK”. Y nos embriagaremos y en algún momento de la noche, gritaremos a viva voz ¡VIVA CHILE MIERDA!
por "El Hombre en la Caja"
1 comentario:
Hola:
Creo que es necesario comentar el articulo, idea o lo que sea. Básicamente, porque creo que esas formas binarias y duales de pensar la música (eres amigo, o enemigo, escuchas rock, o no, escuchas reggeaton, o no, estas a la moda, o no)...creo que es un poco más complejo que eso... dado que los estilos tienen consigo formas de ser, que en general son maleables, y cambiantes. En definitiva, no creo que alguien "sea" rockero, sino que lo está siendo, en tal minuto, y por X razones.
Esto mismo lleva a creer en que la identidad no es etática ni para siempre. Uno no es chileno porque escuche mas o menos rock chileno, asi como tampoco porque cante mas o menos la canción nacional... de echo, hay "artistas" (myriam, supernova y compañía) que tienen raigambre chilena, pero ¿su musica es chilena? no lo creo, porque la identidad tiene mas que ver con lo que buscas proyectar, con lo que buscar transmitir, con lo que uno siente y sobretod vive, en el dia a dia, y que lo escribe o transmite a través de guitarras, baterias y todo eso...
Bueno, por ultimo, no creo que las cosas chilenas sean buenas perse ni ahora ni nunca.. menos en septiembre....en fin, saludos,suerte
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