LOS REYES DE LA EDAD DE PIEDRA

Qué difícil debe ser llegar a viejo y sentirse abandonado, poder (sobre)vivir 70 u 80 años en un mundo donde a los “viejos” se les hace sentir muertos de alma…Para Alf Carretta y su grupo de amigotes, la edad no es ningún obstáculo para sentirse más vivos que nunca gracias al poder de las guitarras y los tarros. Miren por favor este maravilloso video donde la nostalgia se apodera de nuestros sentidos y el grito de toda una generación olvidada que aún tiene algo que decir se escucha con más ímpetu que un adolescente:


The Zimmers se hacen llamar, y no son nada más ni nada menos que un grupo de seniles seres que la están rompiendo en Inglaterra. Así es, alrededor de 40 “tatas” que bordean entre los 70 y 100 años (promedio de edad: 78, años sumados: 3000) fueron los protagonistas de una especie del documental de la BBC de Londres “Power to the People” (que es como una programa de investigación del tipo “Informe Especial”). Fue ahí donde los ancianos dieron cuenta que ya estaban aburridos de los lateros “programas para la tercera edad” (donde les enseñan puras vainas), y que en verdad lo que ellos necesitaban era algún pasatiempo que “los mantuviera vivos”, así fue como Tim Samuels (periodista encargado del segmento) se las ingenio para que estos tatas tomarán cursos de canto e instrumentos varios e hicieran rock, y como pudieron ver en el video (o verán) no lo hacen nada de mal. Bajo el ojo del productor de U2, Mike Hedge, los Zimmers grabaron su primer single “My Generación” de The Who (otros tatas también) en los estudios milenarios Abbey Road. La fama no se hizo esperar, fueron invitados a cuanto show televisivo hay en el Reino Unido, las visitas para ver el video en You Tube va por los 4 millones, están planeando una extensa gira que los llevará a varios países europeos como Francia, España y Alemania, y ya están preparando su segundo single, “Firestarter” del grupo electrónico Prodigy.

A estos abuelos “les estaba faltando rock” ciertamente. Ojala esta sea la nueva moda, porque ver una “tribu urbana” de tatas rockeros no tiene precio (para todo lo demás, usted sabe que ocupar)

por Man in the Box

Comentario Disco: SILENCIO - LECCIONES

SILENCIO
“Lecciones”
Consumo Records
2005

Hago mi debut en estas gloriosas páginas de la gran familia RIC para presentarles un disco tremendo y poderoso, que a través de sus 11 tracks (once “lecciones”) adquiere vida una unidad sonora de duras melodías oscuras que van del heavy hasta un hard rock en estado híbrido, novedoso y pesado. Lo primero que llama la atención, de manera general, es el gran nivel técnico de producción de este debut y la calidad musical de los integrantes: El maestro Rolando Ramos ha reconocido en esta banda todo el tremendo potencial que entregan en sus lecciones cargadas de distorsión, riffs inteligentes y casi progresivos en ocasiones, y una batería que da los latidos precisos para dar vida a este monstruo que de silencioso nada tiene.

La placa consta de 11 temas, que bajo el concepto de 11 lecciones de vida, conforman una suerte de declaración de principios. Desde la primera lección (“Mal”, que es el extracto de un diálogo de la película de Disney “Blancanieves”) notamos la paradoja de aquella palabra que se vuelve tirana cuando se pronuncia desde la imposición.

Incontables lecturas adquiere este breve track que precede a la descarga de distorsiones y voces desgarradas en las que nos sumergiremos por los restantes 39 minutos. Así, le sigue la poderosa “Cópula”, primer single del disco, que muestra la angustia de aquel que ha adquirido el VIH, y con ello condena a los que le siguen: “no solo te cagas a ti, sino también a la sangre de tu sangre". Le siguen “Sufre cuanto puedas” y la gutural “Daño”, que se vuelve un reproche enrrabiado al abusivo. Continúan las lecciones “Sangre” , que en la segunda mitad del track nos trae a la mente fraseos musicales como inspirados en lo mejor de Porcupine Tree, con un bajo sólido y baterías casi tribales, y una lírica con alusiones a la crucifixión de Cristo; y “Póstumo”, que comienza bajando las revoluciones del disco, como continuando la lección precedente, musical y líricamente, pero que termina poderosamente como antesala para la breve instrumental "I.R.D." Le siguen la enfadada y angustiante “Robo” (muy buen track para mi gusto) y “Masa”, con tintes de aggro y muy sólida. “Realidad” comienza a sonar con letra algo críptica, dándonos luces sobre la ambigüedad de lo aparentemente objetivo (“lo malo puede ser blanco… y la risa puede ser llanto”). Finalmente empieza a sonar la última lección: “Yo caigo sobre ti”, la número 11, no menos compleja líricamente y que suena como un acertado cierre para esta unidad sonora llamada “Lecciones”.

En definitiva, la placa resulta un muy logrado debut, técnica, musical y líricamente, con letras complejas y con contenido, abiertas a la interpretación, y que dejan ese gustillo a letras con valores (de ninguna manera me propongo acusarlos de “moralistas”, sino todo lo contrario: más bien percibo un disco con un concepto valórico patente y serio, pero que invita a la propia reflexión al respecto, pues, desde el principio percibimos el rechazo a las voces impositivas). Un excelente debut, altamente recomendable, y esperamos la salida de la segunda placa, proyectada para mediados de este segundo semestre, de este tremendo power trío ganador del merecido premio “Tengo Rock, tengo Futuro 2007” de Radio Futuro, como banda revelación.

por Chelonga

www.silencio.cl

CHILENO, QUE PASA CON EL ROCKERO???!!!!

Septiembre. El mes donde aflora a destajo todo nuestro patriotismo y nuestro orgullo de haber nacido en esta larga y angosta faja de tierra; donde todo lo chileno tiende a gustarnos más, sea lo que sea, mientras sea chileno, “es weno” (aunque las tradiciones del tipo folclóricas nos fascinan aun más, pero sólo en estas fechas). Un noveno mes donde pasa de todo y se recuerda de todo, que al principio nos divide, pero pasados 7 días volvemos a ser todos como amigos y nos preparamos para celebrar a más no poder, y mientras más días de juerga sean, mejor, más comemos asados y empanadas, más tomamos chicha y vino tinto (en verdad, tomamos cualquier cosa) y más de alguna patita de cueca nos animamos a bailar y en fin, podemos llegar a ser “más chileno que los porotos”, aunque los porotos no sean chilenos, lo que grafica a la perfección nuestra escasa identidad como sociedad. Aquí empieza el dilema…

A mi parecer, nuestra falta de identidad queda en evidencia desde las cosas más absurdas (como decir que el pisco es chileno y crear todo un dilema internacional) hasta cosas más relevantes, como apoyar siempre “lo chileno” (artistas, músicos, deportistas, políticos, etc.) y sin ser chaqueteros en el intento. Ya he escrito anteriormente líneas sobre como nuestra música está tan poco valorada, y sobre todo el rock. Sin ir más lejos, el otro día me encontré con el siguiente dato: en nuestras radios se escucha sólo un 8% de música chilena… ¡una mierda! ¿no cree usted?, más encima si metemos en ese 8% a emblemas populares del tipo Luchito Jara o María José Quintanilla, nos queda que el porcentaje que se escucha de rock nacional disminuye a la cagona cifra de 0,5%... ¡sí!, leyó bien, 0,5%. Usted a lo mejor estará diciendo “¡este tipo está loco!, en la radio suena a cada rato Difuntos Correa y ya me tienen chatos los especiales que dan de Los Jaivas, a lo cual yo les podría responder: “hey, esta bien, pero ¿acaso no escuchamos muchas veces más y en más radiodifusoras a Daddy Yankee?, ¿acaso ya no nos sabemos de memoria la letra de “You’re Beautiful” (por efecto osmosis) de James Blunt? (que la dan en todas las radios del universo, estoy seguro)”. El chileno le tiene un amor excesivo a lo extranjero, y en la música es una cosa horrorosa. Nos cagamos enteros para pagar 5 lucas y ver el regreso de una de las pocas bandas que ha triunfado (nos guste o no) como lo son Los Prisioneros, pero somos capaces de pagar 120 lucas sin chistar para ver el regreso de Soda Stereo (y si podemos ir a Argentina a verlos primero que todos, mejor aún).

Ya no sé si nos queremos poco y estamos cagados, o simplemente que es esa nuestra “identidad”, ser camaleónicos y adoptarnos a la perfección a lo que esta "in” (que también es estar cagado). Lo positivo de eso es que estoy seguro que algún día el rock estará llevando la batuta de forma apoteósica y que Rock in Chains formará parte fundamental de ese cambio, y como somos adaptables, amaremos a nuestras bandas y llenaremos los estadios para ir a ver a Weichafe o Chancho en Piedra, pediremos a gritos que las productoras traigan a grupos de la talla de Tool o Queens of the Stone Age, los artistas que traerán el glamour al Festival de Viña serán Scott Weiland o David Bowie y les diremos pollos a los que no escuchen rock (porque el que no esta a la moda es un loser)

Por el momento, los losers que no escuchamos reggaeton y que creemos y apoyamos el rock, seguiremos tratando de levantar nuestra bandera de lucha, formaremos colectivos, crearemos radios online, llenaremos cientos de antros con rock&roll y en septiembre, aunque a los que se llenan la boca hablando de la “identidad nacional” les hierva la mierda, le pondremos a nuestras tocatas “FONDAS ROCK”. Y nos embriagaremos y en algún momento de la noche, gritaremos a viva voz ¡VIVA CHILE MIERDA!

por "El Hombre en la Caja"

ARTIC MONKEYS Y EL FENOMENO "MY SPACE" (o cómo la independencia es absorbida por la dependencia)

No entiendo muy bien acerca de qué serán las líneas que prosiguen. No sé si son acerca del fenómeno "My Space", o más bien es acerca de los Artic Monkeys (toda una revelación desde Gran Bretaña para el mundo) o si es mejor dicho acerca de la importancia que tiene para los rockeros actuales, sobre todo independientes, trabajar en red y estar interconectados entre sí para poder surgir (si, yo creo que por aquí va la cosa). Lo que sí le puede quedar claro al lector, es que algo de las tres cosas habrá en este breve comentario.
Bastante se ha hablado en los últimos años de la “Sociedad de Redes”, de que para subsistir hoy en día, tanto a nivel personal como organizacional, es necesario estar conectado con otros, posicionarse dentro de un grupo para así darse a conocer y ayudarse mutuamente. Es así como las redes funcionan de las formas más cotidianas que nos podamos imaginar, sin ir más lejos, el tan afamado "Fotolog" (gracias a LUN, a ese bendito zoológico social llamado “El Diario de Eva”, a “Canal Copano”, entre otros) forma parte de la cotidianeidad de parte importante de la juventud de nuestro país, y esta no es más que una de las redes sociales centralizadas por excelencia.

En este marco, es posible detectar una reciente nueva generación de músicos, conocedores ya sea concientemente o no, de esta realidad interconectada. El ya mencionado Fotolog así, aparte de funcionar como una vitrina para voyeristas y exhibicionistas, funciona como una herramienta muy útil para las bandas que quieren darse a conocer desde el under. ¿Bajo qué mecanismo? Sencillo, figurando en la lista de “amigos” de otra banda, y así poco a poco se va corriendo la voz. Lo interesante y más importante de este tipo de red, no es sólo que conecta músicos interesados en conectarse entre sí, sino que también, al estar controlada por un gran sitio de manera centralizada, queda la posibilidad abierta para conocer a otros que no conocen y que, hasta el momento, tampoco los conocen a ellos, y por ende los músicos sin darse cuenta van aumentando la cantidad de nodos de su red. No son sólo vínculos reales, sino también potenciales.

Desde este punto de vista, es uno de los mecanismos más efectivos y democráticos para que las bandas puedan hacerse conocidas sin tener que someterse a las reglas de un sello. No obstante, la gran herramienta en este mundo de las redes que es Internet, es el ya muy conocido “My Space”, el sexto sitio web más grande del mundo. Desde su creación en 2003, a paso lento pero firme se ha ido convirtiendo en una herramienta útil y cada día más necesaria para la difusión de las creaciones de los músicos independientes. Es así como actualmente toda banda emergente acude a este espacio para mostrarle al mundo de la manera más pragmática sus “caballitos de batalla”, y lo que es mejor aún, se inserta en una red importante con otros músicos, mediante lo que son los “favoritos” o “amigos”, y que es centralizada por el sitio. De esta manera, paradójicamente, lo que podríamos observar como la encarnación viva del capitalismo en la era global, se ha convertido en el motor más importante para que las bandas puedan surgir desde la independencia. Atrás quedaron consignas como: “para ganarte la independencia debes salirte del sistema”.

Lo que ocurre hoy, en cambio, es que mediante My Space y Fotolog, el mercado global ha sido capaz de incorporar (detectando de manera más bien casual) la necesidad de independencia sin perder la posibilidad de buena difusión, y lo que es más importante aún, sin tener que poner a disposición de las multinacionales las ideas musicales propias. En síntesis hoy, para que una banda aumente su popularidad y a la vez mantenga su independencia, DEBE ingresar a esta gran red global y cibernética llamada “My Space”. Se trata de entrar al mercado, pero sin que este te pida nada a cambio. Maravilloso, ¿o no?

Como un ejemplo ilustrativo de todo esto, traigo a colación el caso de los que llevan la batuta en esto del “My Space”: me refiero a los ultra galardonados Artic Monkeys, banda inglesa que reventó los rankings, y se ha paseado por todos los festivales en su peak de popularidad, todo esto en tan sólo un año, con dos discos bajo el brazo. ¿Cómo lo hicieron? Comenzó lentamente a correrse la voz en Inglaterra, de que existía una banda que “tenía toda la onda”, pero no se tenían mayores rastros de ellos, no había discos, sólo un “My Space”. ¿Resultado? Fueron fichados en el sello Domino, y el resto de la historia es conocida: muchos premios, muchos discos vendidos, suenan todo el día en la radio…

No es mi pretensión acá hacer una oda a la popularidad, sino mostrar un fenómeno (no tan) nuevo que de a poco está tomando forma y que en Chile ya está teniendo sus repercusiones. Personalmente considero a los Monos del ártico una gran banda de rock pop. Me gustan y no por ese típico cliché justificativo utilizado cada vez que nos gusta una banda media poperona, de que se trata de una banda “de pop inteligente”, sino porque son una agrupación que toca excelente, tanto técnicamente (su batero es muy bueno, y en general todos sus componentes lo son) como “ondísticamente”, con canciones que más allá de su popularidad posterior, suenan honestas, frescas y cohesionadas, de fácil llegada pero muy bien ejecutadas. Sonando tan british como al british le hubiera gustado sonar hace ya bastante rato, hay “algo en el aire” de esta banda que me agrada mucho, suenan cool, retomando elementos del sonido sencillo de The Clash, y con un aura que recuerda en más de una ocasión la época temprana de Blur (favor abstenerse de ataques personales por esta comparación, insisto, es muy personal). Todos estos elementos, melodías fáciles pero potentes y bien ejecutadas, fueron premiados por la gallada, permitiéndole a esta nobel agrupación jactarse de ser una banda que emergió desde las bases, desde la misma gente, y que claro, ahora factura millones.

El caso de Artic Monkeys no es más que la bienvenida a una nueva generación de bandas, a la generación del “My Space”, de la independencia absoluta que ha sido incorporada inteligentemente (y desalentadoramente, para los sectores más resistentes) por el Mercado Global, por la dependencia. Una nueva forma de conocer la música por parte del público, una nueva forma de darla a conocer en lo que respecta al artista. Es de esperar que esta casi siniestra incorporación de la independencia a la dependencia, sirva de algo y de una buena vez, las buenas bandas empiecen a ser (re)conocidas por el público. Así que Hey!, tu, joven, ya no hay excusas, es cuestión de pasearse unos minutos por tus links de fotolog y ya está.

por Crackhitler

ESCUCHO DE TODO, ¡PERDONA!

Yo de música me considero un iletrado, o ignorante para que suene más bonito, pero en este tiempo, quien no es un ignorante de música. Ya no existe un grupo que la lleve, existen corrientes musicales, el mundo cambió, y la música es solo un ejemplo de que este cambio mundial se aplica en todos los aspectos de la vida. La globalización, es un fenómeno que nació como un plan netamente económico, pero como muchas cosas en la vida, esto se salio de las manos, y comenzó un intercambio cultural jamás visto, la música se alteró y se dinamizó al mil por ciento, en MTV o cualquier canal de música (que al caso da lo mismo) muestran un universo de estilos musicales que agobian.

Esta reflexión nace de lo que escucho, música y comentarios, y de conversaciones que cualquiera de nosotros puede tener en un evento social de alta alcurnia, como por ejemplo un carrete de mala muerte. Ejemplo: una dama de punta en blanco te mira, la miras, se acercan y al son del más candente de los ritmos comienzan a mover el esqueleto, un poco de cachondeo, y la conversación comienza a tomar el curso de la insinuación y del conocerse, de fondo esta sonando “Strocker Ice” de Lovage (canción perfecta para llegar a algo más). Y es ahí donde empieza el problema, ella con voz seductora dice…”oye, ¿y que música te gusta?”. Cagaste, no le puedes decir algo específico, porque la música define, pero en este caso, lo que no importa y lo que no sirve es que te definas al tiro, entonces te quedas ahí, sin nada que decir. Mágicamente sale la palabra perfecta, “no…en realidad de todo”, safaste, pero ojo, la seguridad es muy importante, si mientes, créetelo.

En este didáctico ejemplo de la vida cotidiana, se puede ver lo poco que sabemos sobre algo que nos apasiona, y lo mucho que sabemos de la persona que no conocemos.

El no conocer de música es un problema que acompleja a muchos (dentro de los cuales me incluyo), el conocimiento musical en la vida, como dije anteriormente puede definir la personalidad de cada uno. La dinamización que sufre el mundo en cuanto a lo cultural nos pone la dificultad de no saber qué somos a través de la música, la dificultad de reconocimiento personal. Existe un sentimiento de estar perdido dentro de un mundo donde la mayoría se siente igual de perdido, y que solo algunos nos pueden decir que se siente ser estable en su forma de vida.

Yo no me considero alguien musicalmente definido, escucho de todo, pero a la vez de nada…me encierro en lo que supuestamente me gusta, y digo “supuestamente” porque con lo anteriormente dicho, ya no se sabe qué me gusta o no. ¡JEBUS! Lo que acabo de escribir reafirma lo iletrado que soy, y el por qué la chica de ayer no quiso seguir conversando conmigo, parece que no le gustó mi comentario, ese que decía que mataría a todos los que escuchan esa wea… ¿cómo es qué se llama?…ah!, ROCK.

por Mala Persona